A medida que suben las temperaturas, el acondicionamiento de interiores se convierte en una necesidad cada vez mayor para mantener el frescor en casa o en el trabajo. Aunque los aparatos de aire acondicionado proporcionan un alivio muy necesario del calor, también pueden suponer una parte importante de la factura energética. Por eso, encontrar el equilibrio adecuado entre mantenerse fresco y conservar la energía es clave para una vida cómoda y rentable a la vez. Una de las formas más fáciles y eficaces de mejorar la eficiencia energética es ajustar la temperatura del aire acondicionado.
La temperatura del aire acondicionado puede influir considerablemente en el consumo de energía. Si quiere bajar la temperatura del aire acondicionado cuando hace calor, aumentará la cantidad de energía consumida y el coste. Por el contrario, ajustar la temperatura demasiado alta puede hacer que su hogar resulte incómodo; esto también obligaría a su aire acondicionado a trabajar más para enfriar el espacio.
En este artículo analizaremos la mejor temperatura para el aire acondicionado, teniendo en cuenta tanto la eficiencia energética como el confort personal. También le daremos consejos sobre cómo optimizar su sistema de refrigeración para ayudar a reducir el consumo de energía, ahorrar dinero y contribuir a un entorno doméstico o de oficina más sostenible.
La mejor temperatura del aire acondicionado para ahorrar energía
Cuando se trata de ajustar el aire acondicionado para que sea cómodo y eficiente desde el punto de vista energético, el punto óptimo suele estar entre 24 °C y 26 °C (75 °F y 78 °F). Este rango establece un equilibrio entre mantener el espacio interior lo suficientemente fresco como para estar cómodo y evitar sobrecargar el sistema de aire acondicionado, lo que puede aumentar el consumo de energía.
¿Por qué 75°F-78°F son ideales para la eficiencia energética?
- Menor consumo de energía: Los acondicionadores de aire consumen mucha menos energía a una temperatura de 75°-78°F. En este rango de temperatura, el aire acondicionado de bajo consumo tiene que esforzarse menos para enfriar el aire, por lo que ejerce menos presión sobre el sistema y reduce el consumo de energía en general. Por cada grado que aumente el termostato en invierno por encima de 72°F, los costes de refrigeración pueden reducirse hasta un 10%, por lo que mantenerlo a 75°F o 78°F puede suponer una gran diferencia en su factura energética.
- Condiciones interiores confortables: Aunque pueda parecer que hay que bajar la temperatura para estar cómodo cuando fuera hace mucho calor, el intervalo de temperatura normal del aire acondicionado de 75°F-78°F hace que el ambiente sea lo suficientemente fresco para que la mayoría de la gente esté cómoda sin pasar demasiado frío. Además, los niveles de humedad, que a veces pueden parecer tan importantes como el rango de temperatura del aire acondicionado para el confort, también se pueden controlar mejor a estas temperaturas, creando así un ambiente más agradable.
- Evita el sobreenfriamiento: Ajustar la temperatura a un valor inferior, como 21 °C (70 °F) o menos, puede provocar un enfriamiento excesivo que derroche energía. Esto no sólo aumenta los costes, sino que también puede hacer que el aire se sienta demasiado seco, incómodo o artificialmente frío. Si se mantiene en el intervalo de 75°F-78°F, mantendrá el espacio a una temperatura agradable sin pasarse.
- Sostenible y respetuoso con el medio ambiente: Desde un punto de vista ecológico, ajustar su aire acondicionado dentro de esta gama contribuye a reducir las emisiones de carbono, lo que es bueno para su cartera y para el planeta. Utilizar menos energía implica menos emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que se cumplen los objetivos de sostenibilidad a la vez que se mantiene fresco el hogar cuando hace calor.
En general, el confort y la eficiencia energética entran en juego cuando la temperatura del aire acondicionado oscila entre 75°F y 78°F. Este ajuste de la temperatura del aire acondicionado reduce en gran medida el consumo de energía, a la vez que permite estar cómodo y ahorrar un céntimo en el proceso.
Consejos para optimizar la eficiencia del aire acondicionado
Conseguir una eficiencia energética óptima con su aire acondicionado no sólo consiste en ajustar la temperatura adecuada. Hay muchos otros trucos que puede emplear para mejorar su eficiencia, reducir costes y aumentar la vida útil de su aire acondicionado. A continuación encontrará algunas medidas prácticas que harán que su aire acondicionado sea el más eficiente, mejorarán el rendimiento del aire acondicionado y garantizarán que aproveche su sistema al máximo. Algunas de las medidas prácticas que se indican a continuación son:
Utilizar termostatos programables e inteligentes
Una de las mejores formas de optimizar la eficiencia de su aire acondicionado es mediante un termostato programable o inteligente. Estos termostatos te permiten establecer horas del día para temperaturas específicas, asegurando que el aire acondicionado funcione solo cuando sea necesario.
Por ejemplo, con el control de la temperatura del aire acondicionado, puede programar el termostato para que suba la temperatura cuando no esté en casa y la vuelva a bajar justo antes de que regrese. Los termostatos inteligentes también cambiarán automáticamente los ajustes en función de su comportamiento y sus hábitos para ayudarle a reducir el consumo de energía sin renunciar al confort. Muchos de estos termostatos ahora vienen con capacidades Wi-Fi, lo que le permite controlarlos de forma remota con su teléfono inteligente para mayor comodidad. Por lo tanto, puede ahorrar dinero con un programa de temperatura AC.
Mantenimiento periódico
Un mantenimiento regular ayudará a que su aire acondicionado funcione con la máxima eficiencia. Con el tiempo, el polvo y otras partículas pueden acumularse en el sistema, dificultando el flujo de aire y obligando al aire acondicionado a trabajar más para enfriar el espacio. Cambiar o limpiar los filtros de aire, comprobar los niveles de refrigerante y asegurarse de que las bobinas y los conductos están limpios contribuirá en gran medida a mejorar el rendimiento de su sistema. Además, programar revisiones profesionales anuales puede ayudar a solucionar posibles problemas antes de que se traduzcan en costosas reparaciones.
Técnicas auxiliares de refrigeración: Ventiladores y sombreado
Pero aparte del aire acondicionado de distintos fabricantes, hay otras formas de enfriar tu casa. Los ventiladores de techo o de caja ayudarán a distribuir el aire frío por el espacio de forma más uniforme y reducirán la necesidad de aire acondicionado. Al utilizar ventiladores junto con el aire acondicionado, el aire se siente más fresco sin tener que bajar la temperatura, con el consiguiente ahorro de energía.
Otro método eficaz pero sencillo de aliviar la carga de tu aire acondicionado es el sombreado. Puedes bajar las cortinas o persianas en las horas más calurosas del día para impedir que la luz directa del sol entre en tu casa y la caliente tan rápido. Las sombras exteriores, como los toldos, los árboles o las láminas para ventanas, reducen la absorción de calor y mantienen fresco el espacio vital, aliviando así la carga de trabajo del aire acondicionado.
Utilice sistemas de zonificación para la refrigeración selectiva
Un sistema de zonificación ahorrará energía porque sólo enfría el área de su casa que necesita refrigeración, en lugar de toda la casa. Es decir, su casa estará dividida en «zonas» y habrá un termostato diferente y compuertas en los conductos que controlen el flujo de aire a cada una. Podrá ajustar temperaturas diferentes en cada zona en función de su uso u ocupación.
Puede que usted quiera que su dormitorio esté fresco por la noche, pero en el salón se puede regular a una temperatura más alta en otro momento del día. En general, los sistemas de zonificación son muy útiles para viviendas grandes o espacios con necesidades de refrigeración desiguales; evitan que se desperdicie energía y aumentan el confort.
Selle las fugas y aísle su casa
Un aislamiento adecuado de la casa contribuirá en gran medida a que el aire acondicionado funcione con la máxima eficacia. Selle todas las fugas de aire alrededor de ventanas, puertas y conductos. Sellar estas aberturas ayudará a evitar que se escape el aire frío y que entre el aire caliente.
Las grietas en ventanas y puertas pueden suponer hasta una cuarta parte de la pérdida total de aire acondicionado que hace que su aire acondicionado tenga que esforzarse para mantener una temperatura determinada. Aislar el ático, las paredes y el suelo es una buena forma de mantener un aire interior uniforme y reducir la carga del aire acondicionado.
Cambiar a modelos energéticamente eficientes
Si su aire acondicionado es viejo o está anticuado, puede estar consumiendo mucha más energía de la necesaria. Una actualización a una unidad de aire acondicionado de alta eficiencia con una clasificación superior en SEER sería de gran ayuda para reducir el uso de energía y aumentar los costes de refrigeración.
Los nuevos modelos están diseñados con tecnología mejorada para ofrecer un mejor rendimiento en refrigeración a la vez que consumen menos energía. Si no está seguro de actualizar su sistema, considere la posibilidad de consultar a un técnico profesional en climatización para que evalúe la eficiencia de su sistema actual. Así, podrá utilizar el botón de temperatura del aire acondicionado para ahorrar dinero.
Condiciones óptimas en interiores con AMED-US
En otras palabras, de 75°F a 78°F es el punto óptimo que equilibra tanto el confort como la eficiencia energética del aire acondicionado. Alcanzar este rango con el termostato garantiza que la casa estará lo suficientemente fría para estar cómoda, pero sin consumir demasiada energía. Este pequeño ajuste puede reducir drásticamente sus costes de refrigeración y ayudar a que su sistema de aire acondicionado funcione con mayor eficacia.
Además de ajustar correctamente la temperatura, puede optimizar aún más el rendimiento de su sistema utilizando termostatos programables o inteligentes, programando un mantenimiento regular y complementando la refrigeración con ventiladores y sombras. Los sistemas generales de zonificación industrial permiten dirigir la refrigeración sólo a las zonas que más la necesitan. Sellar las fugas, añadir aislamiento y actualizar los modelos de eficiencia energética son otras formas de aumentar la eficiencia de la refrigeración de su hogar.
Si los combina, conseguirá un ambiente interior fresco y confortable y ahorrará costes energéticos. Tanto si se trata de reducir las facturas de los servicios públicos como de contribuir a un estilo de vida más sostenible, los siguientes consejos prácticos le permitirán conseguir ambas cosas. Tómese su tiempo para ajustar la configuración y realizar pequeñas mejoras en su sistema de refrigeración, y estará en el camino hacia un hogar más eficiente energéticamente y confortable.
Póngase en contacto con AMED-US si necesita asesoramiento.